Es imposible no querer tocarte, pues cada vez que veo tu piel, cada vez que veo que acaricias suavemente tu pelo, o cada milímetro de tu cuerpo, yo siento mariposas en mi estómago. Siempre, a cada instante deseo poder tocarla, besarla y quedarme con tu olor en mí.Verte ante mí, observando cada movimiento que haces, cada palabra que sale despegada de tu boca, corriendo hacía mis oídos y desvaneciéndose dentro de mi mente para así recodarla siempre, es como si callera un montón de cubitos de hielo sobre mi piel, erizándola velozmente.
Cuando nuestras miradas se juntan, siento entrar en un nuevo universo para mí, intento controlarme, controlar mi mente, y así no hacer la niña una vez más, pero esa niña, es más poderosa que yo, ese sentimiento hacía ti, es más fuerte que la niña y yo juntas, por ello siempre acabo tocando tu dulce y suave piel de seda, con tu olor en ella, que hace que todos mis sentidos se exalten.
Cuando siento que tus manos tocan mi blanquecina piel, me exalto, me asusto pues temo romper la barrena que nos ha vuelto a unir. Somos dos almas que por esa gran atracción, no pueden dejar de unirse, sé que quizá piensen que estoy loca, que soy una niña inocente, pero no puedo dejarte, no puedo abandonarte, no quiero verte ir otra vez, no quiero perderte más, quiero que te quedes junto a mí, sea de la forma que sea, de la forma que tú quieras, como tú quieras, yo lo único que te pido, es que me sigas dejando ser tuya, una vez, por cada rosa que ha perdido sus pétalos preguntándole si alguna vez me querrás, preguntándole si alguna vez volverás, preguntándole si alguna vez, veré a mi ángel al que tanto amé, y amo en este vacío permanente en el que estoy.
Sí estoy vacía, no hay nada en mi interior más que pensamientos nulos que alguna vez intente decirte. Cada vez que intento hablarte, explicarte como estoy, decirte verbalmente que quiero que me hagas tuya siempre, diciéndolo de tal forma en la que tu lo entiendas, pero sin decirlo directamente, pero cada vez que lo intento mis palabras se ahogan en mi garganta, incluso se ahogan las que dicen ‘’ ¿qué tal estás?’’, o ‘’¿qué has hecho hoy?’’. Esto me hace ver, que soy incapaz de decir cualquier cosa por miedo a que te resulte estúpido, pero por mucho que se ahoguen, intento sacarlas a luz, sino, no serviría de nada verte, pues no podría hablar contigo, cada vez mueren menos palabras intentado salir de mi cuerpo y decirte lo que pienso, pero veo que cada vez que te veo, no puedo evitar desnudarte, besar cada centímetro de tu cuerpo, y ahí hacerte mío una vez más.
Perdón por no poder resistirme a tocar tu dulce piel, cada vez que te veo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario