viernes, 19 de noviembre de 2010

Drogas.

Cayendo en un brutal vacío lleno de estupefacientes que dicen estar llenos de amor y felicidad. Entras en un frasco que acaba estando lleno de alcohol que a raíz de ahí tu mente te acaba engañando haciéndote creer que todo es fácil y que eres feliz.
Pero luego cada día de tu vida acabas necesitándolo porque sientes que sin ello ya no puedes vivir. Esto son dos clases de drogas.
La mía es mucho más difícil, pues no la puedo conseguir cada día. Mi droga eres tú, un ser humano falto de escrúpulos y vacío. Que no tiene corazón. No puedo tenerte cada vez que yo quiero, y la droga que necesito no me la quieres dar, no puedes dármela. Ya que sin corazón, y sin escrúpulos, es imposible que puedas sentir nada hacía mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario