Gracias por enseñarme a ser yo, y no avergonzarme de ello.

Cada persona tiene su forma de pensar, de expresar sus sentimientos, y de verlos y decirlos como quiera. Yo por ejemplo, escribo, hago fotos, canto, grito, etcétera.

Generalizar, no es bueno, pues ha ciñes a personas que ni tan siquiera conoces, ha ciñes, personalidad a otras personas, dices que son como ‘’ el resto de hombres, mujeres, etcétera’’, pero no es así. Cada persona tiene su forma de ser, y pensar, como ya he dicho anteriormente. No todo el mundo es igual, de acuerdo, hay gente que tiene misma forma de pensar y ver las cosas que otra, pero no en todas sus características es igual. Cada persona tiene su forma de ser, y pensar y a veces concuerdan con otros/ as. Pero no son igual en todo. Cada persona tiene su característica que le hace especial.

Donde yo vivo, si demuestras tu verdadero ser, te pueden tratar por loca, paranoica, o cual quiero cosa, que en verdad no eres, pues por eso intento ocultarlo y así parecer, fingir que soy normal, pero eso también tiene sus consecuencias.

Yo anterior vivía en otro lugar, vivía en Palma (centro ciudad), al cabo de un tiempo me mudé, a este pueblo. Llegue siendo una niña aún, solamente tenía doce años. Curse sexto, y de ahí fui al instituto. Yo como cualquier persona, tengo mi forma de ser, ver las cosas y pensar. Lo único, es que soy algo especial, mi forma de pensar es única al resto de la gente. Vivo pensando que mi príncipe azul llegará algún día. Que viviré una historia similar a la de ‘’La cenicienta’’ y que seré feliz en mi castillo de en cuento. Estaba rebosante de felicidad, fe en la gente, y viviendo en mi universo de que todo es perfecto.

Cuando ya tenía quince años, seguía inversa en mi mundo, creyendo que todo se arreglaría fácilmente. Creí vivir una dulce historia de amor y felicidad, pero eso solamente estaba en mi cabeza, y no fue nada de lo que yo creía.

Cuando aquella historia de amor que yo creí vivir se rompió, choque contra un muro de más de tres mil metros de altura. Cayendo a un gran vació. Toda la gente a la que de verdad le importaba yo, me lo había advertido, pero yo cegada en mi universo, creí que no tenían razón alguna.

Al cabo de un tiempo volvió a surgir lo mismo, pero con otra especie. Volví a comerme un muro, no sabía hacerme respetar, y volví a caer a un vacío.

A raíz de esas dos historias que yo creí vivir, mi inocencia tras un terrible trauma que no he nombrado aquí ni nombraré ni diré que es ni quien fue, fue desapareciendo. Quizá al creer que todo era como  en mi cabeza salía, y después comerme ese enorme muro, y caer al vació me he vuelto algo, paranoica, loca, he inestable.

Aquellas dos historias fueron con dos seres que para mí no eran nada, simplemente quería parecer normal, como el resto de personas y ocultar mi verdadero yo.

Pero como yo no era como el resto, me apodaban seudónimos despreciables.

Ya con dieciséis años, encontré a alguien que de verdad era de mi interés, de mi gusto, que me importaba. La persona a la que de verdad quería para mí. Que sentía que encajaba para mí.

Volvió mi universo, volvió mi historia, mi fantasía.

Cuando estoy, o quiero estar con alguien a quien de verdad quiero, mi cabeza se vuelve más inestable. Llego a tener tanta imaginación en ella. Que pienso cosas, que hacen dicen y después en verdad no han hecho ni dicho.

Entonces, creía  que ese ser, era distinto, que en verdad era mi príncipe azul. Te observaba mi mente me hacía creer que me querías, me hacía creer que te importaba, pero no era así, era mi cabeza, mi imaginación que se desbordaba, que salía y me hacía ver y creer cosas que no son, y no me dejaban ver la realidad del asunto.

Una persona ha la que de verdad importo me ha enseñado a dejarla a un lado, y así poder ver el mundo en su estado puro, a ver como son la realidad de las cosas y saber moverme en él. Gracias a él puedo saber como soy, lo que soy y lo que seré en un futuro. Gracias a él se narrar mejor, explicarme mejor, y hacer las cosas bien y a entender cosas que antes para mí eran incoherentes. Gracias a él continuo teniendo algo de fe en el ser humano, gracias  a él se amar, y saber valorarme, gracias a él. (X.X) Gracias.