La obsesión acabo hace tiempo,
con el egoísmo de que solo quieres que sea tuya,
pero mi corazón está reconstruido,
y te dejo caer en el baso del olvido,
vacío y sin brillo,
porque ya no brillas,
ni suspiro y con un simple,
verso y adiós,
me despido.
Con el final de una trinidad,
el ciclo de un invierno maldito
en el nunca,
fuiste mío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario